Pocas experiencias generan un impacto tan determinante y transformador en la calidad de vida de las personas como la educación. A través de ella, los seres humanos obtenemos las bases esenciales para nuestro futuro y desarrollamos el potencial para conseguir mejores oportunidades.

A esto se le conoce como movilidad social, y se refiere a la facilidad con la que una persona puede subir en la escalera socioeconómica de un país y la educación es un factor esencial para poder ascender.

Pero la realidad es complicada, analizaremos a continuación algunos datos para situarnos en la realidad actual de México en términos educativos.

“La educación lo puede todo”. Eugenio Garza Sada

 

La realidad de los estudiantes en México

La falta de instalaciones de calidad, la carencia de recursos para continuar con sus estudios, así como el poco acceso a servicios esenciales como Internet, refuerzan las desigualdades sociales y aumentan el riesgo de que millones de jóvenes se vean forzados a renunciar a lo que debe ser una carrera prometedora en igualdad de oportunidades.  

Tan solo, de acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto del COVID, presentada por INEGI en marzo de 2021, casi un millón de personas entre 3 y 29 años, no terminaron el ciclo escolar, 58.9% por causas asociadas a la pandemia y casi el 8.9% por falta de recursos. 

Los motivos de la deserción fueron por la falta de computadora o internet, el desempleo de padres o tutores o la poca funcionalidad de las clases a distancia disponibles. Estos jóvenes, si no cuentan con la oportunidad de continuar, se sumarán al casi 82% de mexicanos entre 25 y 64 años que hoy en día carecen de estudios de educación superior.

Según un estudio realizado por BBVA Research, en México, los ingresos obtenidos por las personas entre 20 y 35 años presentan grandes diferencias cuando se compara por nivel educativo. El salario promedio entre una persona con carrera técnica y una persona con carrera profesional en 2020, era prácticamente el doble (6 883 y 11 252 pesos al mes, respectivamente), en una clara muestra de cómo la educación ayuda a mejorar la calidad de vida. 

El contexto relatado explica los niveles de pobreza y exclusión que padecen día con día millones de personas en nuestro país. Tal situación está produciendo que miles de estudiantes abandonen la escuela y ante ello, la participación de todos es clave para generar un impacto en la sociedad a través de la educación y aumentar las oportunidades para los jóvenes de nuestro país. 

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¿Cómo puedo aportar a la educación en mi comunidad?

La desigualdad en el acceso a la educación en todos los niveles pone de manifiesto la necesidad de que los ciudadanos participemos apoyando la creación de mejores condiciones para nuestros jóvenes, como una inversión invaluable para el futuro. 

Si aspiramos a una sociedad más justa, pacífica y respetuosa de las leyes, la inversión en educación es la mejor manera de facilitar el camino. Pero los retos actuales exigen hacerlo de forma organizada y con proyectos concretos.

Existen muchas maneras de apoyar, se puede donar tiempo para dar clases gratuitas, hacer donativos en especie o económicos a escuelas o asociaciones de padres de familia, o incluso existe la opción de suscribirnos a organizaciones sin fines de lucro que se encargan de reunir fondos para apoyar las más diversas iniciativas. 

Es recomendable analizar las iniciativas y las organizaciones, sobre todo teniendo en cuenta que actúen con transparencia y que te sientas identificado y compartas los valores. Conoce algunas a continuación.

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Impulsar el talento académico extraordinario y movilidad social

Entre las iniciativas más innovadoras que impulsan la educación, podemos encontrar las que promueve el Tecnológico de Monterrey, donde gracias a la participación de líderes de la comunidad de todos los sectores y a la sociedad en general, más de 1300 jóvenes se han visto beneficiados al acceder a una educación de calidad.

Esto ha sido posible mediante el programa Líderes del Mañana, que otorga becas de 100% a estudiantes brillantes para que puedan realizar sus estudios universitarios en la institución.

Gracias a la generosidad de miles de personas, que creen en el potencial transformador de la educación, estos estudiantes han podido cumplir su sueño de estudiar una carrera profesional, como es el caso de Kenia Ramírez.

Además, si quieres apoyar a profesores y generar un círculo virtuoso de conocimiento, te invitamos a conocer el programa Talento académico extraordinario, en el que la institución se ha enfocado en atraer profesores reconocidos internacionalmente para que, con su capacidad de innovación y liderazgo en su campo de estudio, enriquezcan la formación estudiantil, todo ello con el objetivo de impulsar la educación de calidad.

Si deseas participar y sumarte a la transformación del país, generando un impacto social a través de la educación, te invitamos a conocer más a continuación:

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