Pocas cosas son tan importantes y poderosas para la humanidad como la fuerza del amor por las y los demás. Esta fuerza aumenta cuando se entrega desinteresadamente, pues crea un círculo virtuoso que nos hace crecer y ser mejores personas. Cuando ayudamos a quienes nos rodean, los beneficios que obtenemos son muchos. Aquí te los contamos.
1. Contribuye con la felicidad de quienes más lo necesitan
Cuando ayudas a los demás, el impacto más inmediato es para las personas que se benefician de la causa en la cual estás participando, por lo que de inmediato aportas para mejorar la situación de alguien y le puedes generar felicidad. Existen varias formas de ayudar, aquí puedes ver algunas ideas para hacerlo.
2. Aumenta el sentido de pertenencia y fortalece tus vínculos con la comunidad
La comunidad es la forma más amplia de expresión de las relaciones sociales. En cuanto participas conoces a otras personas con los mismos intereses que te ayudarán a sentirse identificado con la situación de los otros y a entender que no estamos solos, que tenemos los mismo problemas y que los podemos resolver más fácilmente si lo hacemos con la participación de todos.
Algunas iniciativas promueven la participación compartida para construir escuelas, arreglar espacios públicos o modernizar instalaciones deportivas, por mencionar algunos ejemplos, en donde colaboran donantes, ciudadanos y trabajadores. La coparticipación facilita que se construyan vínculos de autocuidado y protección de las áreas creadas bajo estos modelos.
3. Crea un círculo virtuoso de gratitud
En cuanto ayudas a los demás generas un círculo de agradecimiento que se alimenta mutuamente. La gratitud es el sentimiento, la emoción que proviene de quienes aprecian el beneficio de alguien que les ha dado algo.
Imagina que aportas un donativo para impulsar la carrera deportiva de un joven sin recursos y gracias a ello logra una medalla, o que tu tiempo donado para una clase ayudó a unos niños a aprender un nuevo talento.
¿Qué sentirías si eres parte del éxito de alguien más? Bienestar, alegría, iluminación, cariño por los otros… Esa es la gratitud, una energía poderosa que produce la creación de nuevas conexiones, las cuales te llevarán a tener una mejor perspectiva de tu vida y la de quienes te rodean.
Cuando practicas la gratitud, en cualquier momento podrás ser retribuido de múltiples maneras. Todos dependemos de todos y la gratitud es el vehículo para crear una vida más armoniosa en cooperación con los demás.
4. Te convertirás en una persona más sociable
Dependiendo de cómo decidas ayudar a los demás, podrás conocer personas de todo tipo. Al participar en proyectos con impacto social construirás nuevas relaciones fundadas en intereses comunes.
Dependiendo de la iniciativa y cómo elegiste ayudar, tienes la oportunidad de tratar con personas de otros niveles, estilos de vida, mentalidades y experiencias, lo que te llevará a desarrollar tu empatía, la sensibilidad y la comprensión del otro en el camino para compartir tu felicidad.
Si tomas una participación más activa, las organizaciones promueven todo tipo de eventos donde puedes tener una interacción directa con personas afines y ayudarte a impulsar relaciones valiosas y trascendentes.
5. Aumenta tu autoestima
Cuando ayudas a alguien fortaleces tu autoestima porque al hacer la diferencia con alguien más te sentirás mejor contigo. Recuerda que son nuestros actos los que marcan nuestro propósito en el mundo.
Al experimentar el agradecimiento de los otros y darte cuenta que tus acciones están sirviendo para mejorar la vida de alguien más, lo notarás en cuerpo y espíritu. Al instante sentirás más energía y empezarás a ver la situación de una forma más positiva, en conjunto, verás como esa energía se refleja en el amor que sientes hacia ti.
Disminuye tu nivel estrés
Parte de la mejora en tu autoestima se muestra en una vida más tranquila y reconfortante. Está comprobado que cuando practicamos actos de amor, nuestro cerebro libera oxitocina, la hormona de la felicidad, por lo que al ayudar, aportas a tu cuerpo esa energía, que te llevará a tener una vida más tranquila y feliz.
Te sientes útil
Si apoyas una iniciativa, aportas tu tiempo, recursos o talento, estás retribuyendo a la comunidad con acciones que contribuyen en beneficio de otros y con las cuales podrás encontrar o fortalecer tu propósito vital. Sales de la rutina, haces algo de tu gusto, lo disfrutas y te puedes dar cuenta de que eres algo más que tu empleo o tu familia. Si quieres ayudar, pero no sabes cómo, te invitamos a hacer un test para saber de qué forma lo puedes hacer.
Tendrás más energía y serás más optimista
Cuando ayudas sientes bienestar y cuando te sientes bien tienes más energía y voluntad para hacer, por lo que te sientes más confiado y optimista. Con ello te das la oportunidad de valorar tu realidad, agradecer lo que tienes. Así te sentirás más feliz.
6. Recibe más de lo que das
Cuando participas de modo desinteresado en cualquier iniciativa, ya sea donando tu tiempo, recursos o conocimientos, estás creando un círculo virtuoso donde recibes cosas invaluables como la satisfacción, el respeto y el amor de los otros.
Con ello puedes ampliar tu perspectiva de la realidad, hacerte más empático y comprensivo. Además, nunca sabes cuándo aquellos a quienes ayudaste, te regresarán esa ayuda de las formas más inesperadas.
7. Accede a estímulos fiscales
Adicional a los beneficios físicos y emocionales que obtienes al ayudar, cuando lo haces de manera económica, el gobierno pone a tu disposición algunas medidas para quienes participan en proyectos sociales, como estímulos y deducciones fiscales.
Ayudar a los demás, clave para tu felicidad
Súmate a una causa, la que quieras, mejora tu calidad de vida a la vez que aumenta tu felicidad y la de otros. El Tec es una vía para hacerlo, si quieres conocer cómo, consulta aquí.
